jueves, 9 de abril de 2020

Clase 7- Parlamentarismo & Presidencialismo


Parlamentarismo y Presidencialismo

Vamos a comenzar dando una aproximación estructural teniendo en cuenta tres elementos:
Parlamentarismo 

Es una forma de gobierno estrechamente vinculada a la democracia. Fue consecuencia de la progresiva lucha que se desató a partir del siglo SXVII. Entre los que defienden la teoría del gobierno absoluto y los partidarios del gobierno constitucional. Siguiendo el desarrollo inglés (cuna del Parlamentarismo) se inició con el pasaje de la monarquía absoluta a la monarquía constitucional (gloriosa revolución de 1688) que estuvo centrado en el desarrollo de restricciones sobre la acción del monarca. Resalta el Parlamento como un órgano político de legitimidad popular, equiparándolo al Rey y adquiriendo la potestad de aprobar o desaprobar sus iniciativas o las del Consejo de Estado. 

La monarquía Constitucional pasó de un modelo monista a uno dual con doble legitimidad: la tradicional que reside en el monarca que ejerce su gobierno a través del primer ministro y el gabinete; y la popular que reside en el parlamento encargado de legislar. Sin su voto no entran en vigencia las decisiones del Rey ni puede asumir el primer ministro, propuesto por el monarca. 

En el siglo XVIII durante la dinastía de los Hannover surge la Monarquía Parlamentaria, ya que se produce la declinación del poder real y el fortalecimiento del Parlamento. El primer ministro y su gabinete se independizaron del monarca apropiándose de sus facultades gubernamentales y aumentando su dependencia del Parlamento del cual son miembros y frente al cual son responsables.

Entonces el Jefe de Gobierno es el primer ministro y el Jefe de Estado es el Rey, quien reina pero no gobierna. El Jefe de Gobierno tiene la dirección política y administrativa, es miembro del Parlamento y elegido en forma indirecta por éste a propuesta del Jefe de Estado. Es primus inter pares.

El Jefe de Estado tiene un cargo simbólico, ceremonial. En las monarquías parlamentarias es el Rey y en las Repúblicas parlamentarias es el Presidente, elegido por el Parlamento con mandato fijo durante el tiempo establecido por la Constitución.

El Gabinete está integrado por ministros que ocupan cada área del Gobierno y forman parte del Parlamento. Son elegidos por éste a propuesta del Jefe de Estado. Son responsables ante el Parlamento, no ante el Jefe de Estado. La fuente de legitimidad es la misma que la del Primer Ministro, se mantienen en su cargo si cuentan con la confianza del Parlamento.

La Investidura del Primer Ministro se lleva a cabo a través del Voto de Confianza de la mayoría del Parlamento, puede ser explícita o implícita aceptándolo tácitamente sin vetarlo. Así como el Parlamento tiene la facultad de Investidura tiene también la facultad de disolver el gobierno:
  • votando contra la cuestión de confianza planteada por el Primer Ministro.
  • con el Voto de Censura impulsado por el Parlamento.

El Jefe de Gobierno puede pedir al Jefe de Estado que disuelva el Parlamento y convoque a elecciones inmediatamente.

La separación de Poderes de Montesquieu no se acerca mucho a la realidad de los Gobiernos Parlamentarios. Hay fusión e interdependencia por integración entre los dos poderes.

En 1994 el Primer Ministro Berlusconi le pidió al Jefe de Estado, el Presidente Scalfaro, la disolución del Parlamento, éste se negó y Berlusconi fue destituido del ministerio.

Parlamentarismo controlado: En Alemania y España se limita la acción del Parlamento con el “voto constructivo de censura” o sea un Primer Ministro sometido a la desconfianza parlamentaria no cae a menos que al mismo tiempo el Parlamento elija al sucesor. Felipe González en 1994 gobernó con la desconfianza del Parlamento porque la oposición no pudo designar sucesor, además contaba con el apoyo de partidos regionales.

Presidencialismo

A partir de la Constitución de los Estados Unidos, el Presidencialismo ha tenido influencia en países de América Latina. Los teóricos europeos decían que era un milagro que este sistema funcionase.

Se caracteriza por la legitimidad popular directa. El presidente es elegido por el tiempo determinado establecido en la Constitución. La elección puede ser directa o indirecta a través de Colegios electorales como en Estados Unidos.

El Colegio Electoral se reúne sólo para elegir al Presidente y luego se disuelve. En los hechos el Colegio Electoral ratifica la voluntad mayoritaria del electorado.

El Presidente sólo es responsable ante el pueblo.

Actualmente se realizan modificaciones en los sistemas electorales para evitar el Colegio Electoral y que las elecciones sean directas por mayoría de votos o forzando una mayoría con la segunda vuelta. En los países que no hay colegio electoral ni segunda vuelta y ningún candidato obtiene la mayoría de votos, el que elige es el Congreso.

El Presidente es investido en el cargo de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, o sea desempeña el Poder Ejecutivo en forma Unipersonal. Los ministros son designados por el Presidente quien los puede remover a su voluntad.

Existe incompatibilidad estricta entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, o sea la misma persona no puede desempeñarse en el Ejecutivo y el Legislativo al mismo tiempo.

Semi-presidencialismo

Combina una estructura parlamentaria con la elección popular directa de un presidente. Existe la distinción entre Jefe de Estado y Jefe de Gobierno o Primer Ministro, los miembros del gabinete son al mismo tiempo miembros del Parlamento.

El Gobierno es ejercido por el Primer Ministro y su Gabinete.

El Presidente elegido por el voto popular tiene la misma legitimidad que el Parlamento, delega la mayor parte de sus acciones gubernamentales al Primer Ministro. Su función no es sólo protocolar sino que es un poder regulador. El Jefe de gobierno debe contar con la confianza del Presidente y del Parlamento.

Diferencias entre los distintos semi-presidencialismos:
  • Cohabitación: El Presidente con mayoría opositora en el Parlamento. Ej entre 1986 y 1988 Francia tuvo un Presidente Socialista y un Primer Ministro de Derecha.
  • Función reguladora: El Presidente tiene mayoría en el Parlamento y el Primer Ministro es Jefe del partido.
  • Similar al presidencialismo: El presidente tiene mayoría en el Parlamento y es Jefe del partido.

miércoles, 8 de abril de 2020

Clase 6 - Gobierno



Gobierno

Etimológicamente proviene del griego kibernao que significa dirigir con el timón. El gobierno es el centro a partir del cual se ejerce el poder en una sociedad. El concepto de gobierno se puede analizar desde tres perspectivas:
  • Autoridad: es el individuo o conjunto de individuos que ejercen el poder de autoridad en un sistema político. Pueden ser actores individuales o sea los políticos o colectivos.
  • Actividad: es la actividad de conducir la sociedad, ésta es una perspectiva funcional.
  • Instituciones: son aquellas desde las cuales se ejerce la autoridad, por ejemplo el poder ejecutivo.
El gobierno como conjunto de valores

El gobierno visto desde el ejecutivo, es una red de funcionarios públicos íntimamente ligados entre sí, que participan en los procesos de diseño y ejecución de políticas. Como miembros de dicha red y cuya permanencia es inseparable del ejecutivo.

Max Weber dice que gobierno es una organización política, una asociación de dominación cuya existencia dentro de un ámbito geográfico está garantizada, de un modo continuo, por la amenaza y aplicación de la fuerza física.

La característica distintiva del gobierno político es el control de los instrumentos de coerción (policía y Fuerzas Armadas). Sin ese control las acciones del gobierno pierden la garantía de obligatoriedad. Dicho de otra forma, un gobierno de un país (cualquiera sea) que dirige una sociedad divida en clases sociales, no puede gobernar por puro consenso, ni únicamente por coerción.

La legitimidad del Poder es el centro de la relación entre gobernados y gobernantes, es el apoyo a través del cual los gobernados confieren autoridad a los gobernantes.

Podemos distinguir tres dimensiones de legitimidad:

  • La dimensión genética: referida a la manera en que los gobernantes llegan al poder. En la democracia la legitimidad genética es concretada mediante la ratificación periódica a través del voto del pueblo que en su faz de cuerpo electoral, exterioriza su opinión.
  • La dimensión funcional: La legitimidad está dada por los resultados, la obediencia está fundamentada en la capacidad del gobierno para satisfacer las demandas de la comunidad.
  • La dimensión legal: (legitimidad racional-legal) La legalidad es el modo de legitimidad propio de los sistemas políticos modernos, es la juridicidad que institucionaliza la legitimidad.

En períodos de normalidad y estabilidad la legitimidad y la legalidad se identifican, pero cuando hay inestabilidad la legitimidad recobra entidad propia más allá de lo jurídico. Entonces el gobierno es el poder de autoridad formalizado en el orden constitucional y legal. En este gobierno institucionalizado, el acto de los gobernantes en el ejercicio de sus funciones es objetivo, no es tomado en nombre propio, sino de la autoridad conferida por el cargo.

El recorrido histórico que conduce desde la idea de gobierno centrada en actores (poder subjetivo) a otra centrada en instituciones se cristaliza en las ideas de Estado de Derecho y Gobierno Constitucional.

Gobierno como conjunto de funciones

La dirección política tiene dos caras: una se destaca por su naturaleza innovadora surge de la subjetividad del político, su marca es el juicio de valor; la otra es la necesidad de obtener consenso su marca es la negociación, el riesgo y el acuerdo político.

La administración es de carácter repetitivo, ejecuta decisiones ya adoptadas, sin pasión ateniéndose al expediente. Tiene que hallar un equilibrio entre los nuevos rumbos y los pasados compromisos de los gobiernos anteriores. Es técnica y tiende a la planificación.

Podemos distinguir, entonces, entre “gobierno electo” con limitación en el tiempo y “gobierno permanente” integrado por funcionarios de carrera que componen y hacen funcionar el brazo administrativo del Estado. El gobierno permanente es subordinado al gobierno electo, pero el electo necesita de los funcionarios permanentes porque hacen mover las maquinarias institucionales y porque cuentan con el saber técnico especializado y con la información propia de su función.
  • El mantenimiento de la unidad política hacia el interior (custodia del orden y la paz interna)
  • La tutela de la comunidad política frente al exterior.

El gobierno se convierte en garante de la seguridad interna y externa.

Estas funciones se distribuyen entre el polo negativo de las acciones de policía y el polo positivo de la previsión y provisión del Estado de Bienestar, en cuanto al orden interno. Entre el polo negativo de la acción bélica y el positivo de las relaciones diplomáticas y comerciales con referencia a la seguridad exterior.

A estas funciones hay que sumarle la impositiva o extractiva o sea la extracción de recursos de la sociedad para sostener las actividades gubernamentales.

Estas funciones de gobierno se ven ampliadas o no, según la forma de Estado:

El Estado de Bienestar adiciona a sus actividades tradicionales, otras como la educación, la asistencia sanitaria, la vivienda, la seguridad social, el desarrollo de la economía, la producción de bienes y la búsqueda del pleno empleo, aparecen entonces nuevos ministerios y departamentos de Estado.

El aumento de la intervención gubernamental está asociado a un desarrollo ascendente de las necesidades presupuestarias y aumenta el gasto público.

El gobierno como conjunto de instituciones

El sistema político es un conjunto de Instituciones, grupos y procesos políticos caracterizados por un cierto grado de interdependencia recíproca.

Para el análisis sistémico enraizado en el conductismo un sistema político es un conjunto de conductas interrelacionadas a partir de las cuales se asignan valores con autoridad en un sistema social.

El sistema político procesa los inputs que activan el sistema (entradas en forma de demandas o apoyo político) y los transforma en outputs (salidas o respuestas en la modalidad de decisiones políticas) que definen los conflictos que se dan en la sociedad (el ambiente) y entre ésta y el sistema político.

Los outputs pueden generar cambios en el ambiente. Esto permite la retroalimentación o feedback de las presiones sobre las decisiones políticas, modificando o corrigiendo las demandas y apoyos a consecuencia de la actividad política desarrollada.

Se puede decir que los inputs son: demandas de bienes y servicios, regulación de conductas, participación, información, apoyos mediante ayuda material, obediencia a la ley, participación y respeto a la autoridad.

Se puede decir que los outputs son extracciones, regulaciones de conducta, prestaciones o distribuciones de bienes y servicios; y productos simbólicos (afirmación de valores, exhibición de signos políticos, declaraciones o intenciones políticas).

Formas de gobierno

En “La Política” Aristóteles utiliza dos criterios diferenciadores: cuantitativo y cualitativo.

Nicolás Maquiavelo en “El Príncipe” distingue entre Principado, donde el poder está concentrado en una sola persona y República en la que el poder está distribuido en un grupo de personas (aristocracia) o en la comunidad toda (democracia).

Se produce un giro en la concepción de las formas de gobierno no importa que sean muchos o pocos los que participan, el hecho de que sea más de uno el que gobierna genera problemas e interacciones.

En el siglo XVII “El Leviatán” de Thomas Hobbes y el “Tratado sobre gobierno civil” de John Locke ponen en relieve la distinción entre gobierno absoluto y gobierno moderado o limitado.

“El Espíritu de las leyes” de Montesquieu (1748) identifica tres formas de gobierno:
  • La República en la que todo el pueblo (democracia) o parte de él (aristocracia) detentan el poder.
  • La Monarquía en la que gobierna un solo hombre de acuerdo con la Ley.
  • El Despotismo en el que gobierna un solo hombre según su propia voluntad y sin respetar la Ley.

Para evitar el despotismo y garantizar un gobierno moderado es necesario que el poder controle al poder. La llave maestra es evitar la concentración de poder por medio de una separación de los órganos que lo desempeñan: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. 

La introducción de la separación de poderes permitirá el seguimiento y desarrollo del Constitucionalismo, lo cual genera la siguiente clasificación:
  • Gobiernos Constitucionales o sea gobiernos moderados sujetos a la ley y a la división de poderes.
  • Gobiernos absolutistas o sea gobiernos arbitrarios e ilimitados.
La diferencia está dada por el respeto a la ley y a la división de poderes.

Entonces tenemos monarquías y repúblicas constitucionales por un lado y gobiernos
absolutistas por el otro.

Para distinguir el poder concentrado en una sola persona y el poder descentralizado, puede verificarse un doble proceso de descentralización:
  • Horizontal: la división de poderes que multiplica los órganos decisionales a la vez que les impone mutuas restricciones. Se pueden distinguir entre gobiernos parlamentarios y presidencialistas
  • Vertical o territorial: el federalismo o sea, la delegación de facultades decisionales a subunidades territoriales del sistema político distinguiendo entre unitarios y federales.
El gobierno unitario tiende a fusionar el poder: el control se ejerce desde el gobierno central, siendo la administración local sólo uno de sus brazos ejecutores. Las subunidades territoriales están sometidas al poder central.

El gobierno federal tiende a fragmentar el poder. Las unidades constitutivas del Estado gozan de grados variables de autonomía constitucional, legal y política (constitución propia, elección democrática de sus gobernantes, fuente de ingresos propia, fuerzas de seguridad propias, etc.)

Bonapartismo, Cesarismo sin Cesar y demás regímenes de excepción

León Trotsky y Antonio Gramsci, ambos teóricos marxistas de la Tercera Internacional, se referían básicamente a lo mismo al definir a un gobierno como bonapartista o cesarista:

Gobiernos dirigidos por una persona carismática, que gobierna apoyado por las masas del pueblo o en algún sector en particular del Estado. Por ejemplo; Julio Cesar se apoyó en el pueblo de Roma, realizando reformas sociales progresistas, para acumular todas las magistraturas y el poder, parándose él mismo por encima del Senado y de todas las instituciones de Roma. Napoleón Bonaparte manipuló a la República Francesa a su antojo, amparándose en el ejército. En síntesis, son gobiernos que sin trastocar la estructura jurídica-burocrática del Estado, maniobran con la misma concentrando el poder.

No es lo mismo que una dictadura porque el régimen no cambia. Es decir, formalmente se puede vivir en democracia con un Bonaparte en el poder, aunque es común que se restrinjan ciertas libertades individuales y colectivas. Tampoco es sinónimo de tirano para con el pueblo o de benefactor, existen gobierno de este tipo que han generado importantes concesiones sociales a las masas (como el de Perón en Argentina) y otros que han hecho todo lo contrario (como el de Bolsonaro en Brasil).

Bonapartismo y Cesarismo realzan cualidades pre-legales de legitimidad estatal, tales como
el carisma.

Con Cesarismo sin Cesar, Gramsci se refiere a que algún sector del Estado, como las fuerzas armadas o la justicia, gobiernen restringiendo algunos aspectos democráticos y se posicionen por encima del resto de instituciones, concentrando el poder, sin romper con el Estado de Derecho. Pero lo hacen sin ningún personaje con el carisma necesario para seducir a la población en general. Por ejemplo, el golpe de Estado en Bolivia del año pasado, que terminó por derrocar a Evo Morales, no cambió el régimen, no impuso una dictadura militar. Dio lugar a un gobierno democrático en lo formal, tutelado o por lo menos con importante participación de las fuerzas armadas y sin un personaje carismático que lo dirija. Esto último lo demuestran las encuestas electorales que dan como ganador en primera vuelta al candidato del MÁS (Movimiento al Socialismo), el partido del presidente derrocado.

Clase 5 - Democracia






Democracia

Democracia es un concepto que está en permanente discusión ya que no hay una respuesta única a su significado y su definición depende del paradigma desde el cual se aborde la problemática y de los contextos socio-históricos, económicos y políticos en los cuales se desarrollen las experiencias democráticas.

La democracia clásica

El primer antecedente se remonta a la Grecia clásica en la primera mitad del siglo V antes de Cristo. Atenas fue la polis griega más representativa de esta forma de gobierno. Etimológicamente significa demos=pueblo y kratos=gobierno/poder. Sus dos componentes nos plantean dos interrogantes: ¿Quiénes constituyen el pueblo? Y ¿Qué significa que ellos gobiernen?


Grecia constituyó una sociedad que deliberaba explícitamente sobre sus leyes y que a la vez fue capaz de modificarlas. La vida política era entendida como una actividad colectiva cuyo objeto era la sociedad como tal. La política era autonomía, los ciudadanos eran capaces de darse sus propias instituciones.

La soberanía se fundamentaba en la Igualdad de todos los ciudadanos (varones libres, atenienses y mayores de edad).
  • Isonomía: igualdad de los ciudadanos ante la Ley.
  • Isegoría: igualdad para participar y expresarse en la Asamblea.
El fundamento de la democracia griega era la participación plena y activa de todos los ciudadanos. Renunciar a esta participación implicaba renunciar a la ciudadanía. Los llamaban idiotes.
Según la visión griega el ciudadano era un ser total para quien la política constituía una actividad social natural, no separada del resto de la vida y para quien el gobierno y la polis no eran entidades remotas y ajenas, sino que la vida política era una extensión armoniosa de sí mismo.

Los ideales políticos eran: la igualdad entre ciudadanos, la libertad y el respeto a la ley y la justicia. Los individuos se consideraban iguales y se reconocían colectivamente como soberanos capaces de crear leyes e instituciones para su autogobierno, basado en la idea de bien común, que implicaba coincidir en lo que es bueno para la ciudad.

Características estructurales:
  • Ciudad Estado pequeña.
  • Economía de esclavitud, que dejaba tiempo libre a los ciudadanos. Trabajo doméstico a cargo de la mujer.
  • Restricción de la ciudadanía a un número relativamente pequeño. Eran ciudadanos solamente los varones adultos, libres y atenienses, estaban excluidas las mujeres, los esclavos y los extranjeros.
  • Los ciudadanos debían tener intereses armónicos entre sí, para compartir el sentimiento de lo que es el bien general. Atenas y la mayoría ciudades griegas, por lo menos hasta la conquista por parte de Macedonia, eran sociedades campesinas de ingresos medios.
  • Los ciudadanos debían mostrar un alto grado de homogeneidad respecto de características como el poder económico, el tiempo libre, la religión, el idioma, la instrucción. Desde Solón, no tenemos latifundio, a diferencia de Roma.
  • La cantidad de ciudadanos debía ser pequeña, para evitar la heterogeneidad, para un mejor conocimiento de la ciudad, y para la reunión conjunta de todos en Asamblea.
  • Los ciudadanos debían participar también en la administración y desempeñar cargos públicos.
  • La ciudad-Estado debía ser autónoma. No existía el concepto de nación como lo entendemos hoy.
Instituciones griegas:
La Ecclesia, era la institución más importante. Era la asamblea general de ciudadanos que votaba funcionarios y que podía revocar lo dicho por otras instituciones. El sistema democrático griego, fue un sistema de democracia semi-directa. Dado que si bien votaban representantes (arcontes, estrategas, etc), el pueblo tenía su espacio de deliberación y decisión.

Críticas a la democracia griega.

Platón y Aristóteles consideraban a la democracia una forma desviada, impura o injusta de gobierno. El primero consideraba una sola forma capaz de realizar el ideal de justicia, la aristocracia:
Los hombres por naturaleza tienen actitudes diferentes, en ellos puede predominar la razón, el valor o las pasiones. Según el elemento predominante encontraremos tres tipos de ciudadanos.

Según Platón una ciudad es justa si cada uno hace lo suyo, según su propia naturaleza, es decir, cada cual debe tener en la ciudad una sola ocupación para la cual su naturaleza lo ha dotado, y debe asegurarse a cada uno su propio bien y el ejercicio de la actividad que le es propia.

Una ciudad justa es gobernada por filósofos, defendida por los guardianes, mientras los artesanos, trabajadores y labradores ejercen sus oficios. Esta forma de gobierno es la Aristocracia. Cualquier modificación o mezcla entre sus partes dará origen a formas impuras e injustas, caracterizadas por el desorden, la desorganización y la perversión.
  • Aristocracia: forma pura y justa
  • Timocracia: mezcla de filósofos y guardianes, gobierna la ambición y la cólera.
  • Oligarquía: gobiernan los ricos y los pobres no participan, predominan la avaricia y la codicia.
  • Democracia: consecuencia de la oligarquía, gobiernan los muchos y pobres, o sea la masa de población que debía dedicarse a sus trabajos y oficios.
La democracia nace cuando los pobres, después de haber obtenido la victoria sobre los ricos, matan a unos, destierran a otros, y comparten con los que quedan el gobierno y los cargos públicos. La democracia es el origen de la Tiranía, ya que el deseo inmoderado de libertad lleva a los hombres a desear lo opuesto: el exceso de autoridad.
Interregno Medieval.

Desde la Grecia Clásica y hasta la modernidad, no encontramos otros ejemplos de regímenes democráticos. En Occidente, ello se debe sobre todo a la preeminencia de la religión y de la Iglesia Católica. El catolicismo de entonces, como las religiones monoteístas en general, tenía una concepción descendente de lo político: el poder es un atributo creado por dios, que desciende de él, al Papa y del papa al Rey.

Recién a fines de la edad media, algunos comienzan a teorizar acerca de la concepción ascendente de soberanía popular, según la cual Dios le da el poder al pueblo y éste lo delega al Príncipe, de esta deriva la idea política de que es el pueblo el que tiene el derecho a hacer la ley. El poder soberano consiste en hacer la ley.

La Modernidad: Democracia Indirecta o Representativa.

La Edad moderna, desde el punto de vista del pensamiento político, va a significar una revalorización del pensamiento democrático, en su versión "republicana". Retomando la concepción aristotélica que considera a la República (bajo el nombre de politeia) como el gobierno de la mayoría para el bien común.

Maquiavelo va a clasificar las formas de gobierno en Principado, el gobierno de uno; y Repúblicas, clasificándolas en Democráticas, si gobierna la mayoría, y Aristocráticas, si gobiernan unos pocos. Para Maquiavelo la mejor forma era el Principado.

Pero el gran aporte de la modernidad a la teoría de la democracia es el liberalismo, asociado a su vez a la teoría de la división de poderes, al contractualismo y al constitucionalismo.

El liberalismo político sostiene que la libertad y los derechos de los individuos son anteriores al Estado y no pueden ser obturados por él. Desde esta perspectiva, existe un área o espacio jurídico reservado a los individuos, en la que la acción estatal no puede penetrar: la libertad individual, la libertad de expresión, los derechos políticos, la propiedad privada, la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, la libertad de trabajo comercio e industria, etc. Este pensamiento político toma fuerza con la revolución inglesa (1642 hasta 1688) que da lugar un sistema parlamentario que le pone límites a la monarquía y la revolución francesa (1789).

¿Por qué el Estado no puede traspasarlos? La respuesta corresponde al contractualismo: Porque esos derechos son anteriores al Estado, y el ser humano los posee desde que existía el estado de naturaleza. Habrían sido los hombres libres, en estado de naturaleza, que habrían suscrito un Contrato Social, para crear el Estado, con el fin de que les provea orden y seguridad.

¿Cómo garantizar que el Estado no viole los derechos individuales? Según el constitucionalismo: Los hombres pueden dejar por escrito ese pacto social fundante: es la constitución escrita, un texto en el que se consagran los derechos humanos y se especifica todo lo que el Estado no puede hacer. Para el constitucionalismo, el Estado está sometido a normas constitucionales, al derecho. Por eso se lo denomina Estado de Derecho.

Y para agregar mayores seguridades de que el poder del Estado no va a actuar arbitrariamente, siguiendo los consejos de Montesquieu, se decidió dividir el ejercicio de las funciones del poder, de modo tal que los órganos estatales se controlen entre sí. El aparato del Estado se divide en Poder ejecutivo, Poder legislativo y Poder judicial y cada uno de estos poderes se controlan entre sí, con el fin de evitar la corrupción y el abuso de poder.

Liberalismo, Contractualismo, Constitucionalismo, Estado de Derecho y División de Poderes van a cobrar forma en los Estados Nacionales de la Modernidad, conformando lo que se denomina la Revolución Burguesa de la política, cuyos máximos exponentes son la Revolución Francesa y la Constitución Norteamericana.

Pero hay una gran diferencia entre los Estados modernos y la ciudad estado griega: la cantidad de población.

Los Estados modernos se componen de millones de personas, imposibles de reunir en una sola Asamblea, en un solo lugar. Además cabe aclarar que el hombre moderno considera que su libertad política reside en la posibilidad de elegir si participar o no, de la vida pública; para el hombre moderno la libertad debe estar constituida por el gozo pacífico de la independencia privada.

Entonces la solución a que se arribó fue adoptar la figura del mandato de derecho privado: los mandantes o poderdantes (el pueblo) otorgan poder al o a los mandatarios o apoderados (los gobernantes) para que ejerzan actos (gobiernen) en su nombre y representación, de modo tal que la voluntad de los mandatarios no sea sino expresión de la voluntad de los mandantes: de la voluntad popular. Esta forma de democracia, por mandato o representación, se denomina democracia representativa o indirecta: "el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes" según reza nuestra constitución nacional.

Liberalismo: Teoría y práctica de la defensa, a través del Estado constitucional, de la libertad política individual.

Democracia de masas



Una de las grandes transformaciones de la vida moderna ha sido el sufragio universal. Esto introdujo cambios en la forma de hacer política, en la participación, las instituciones y la democracia.


Para Max Weber la democracia pasa de ser una política de clases a una competencia entre partidos políticos. La democracia es un terreno de prueba para los líderes potenciales. Es como un mercado, un mecanismo institucional para eliminar a los más débiles y para establecer a los más competentes en la lucha competitiva por los votos y el poder.

Mercantilización de la democracia

Según Shumpeter la teoría clásica de la democracia se basa en dos supuestos erróneos: la existencia del bien común y la voluntad general.

Para crear la voluntad general, discernir sobre el interés común, el sujeto debe ser racional, lo cual implica que esté constantemente motivado e informado para participar y decidir sobre lo público. En realidad el sujeto es irracional, apático, manipulado y desinformado. La racionalidad de las acciones humanas puede observarse en las decisiones sobre temas de las esferas más próximas al hombre, donde su responsabilidad es importante, pero a medida que nos alejamos de esta esfera de responsabilidad directa también nos alejamos de la racionalidad. A esto debe sumarse la manipulación por parte de la propaganda política para vender su producto (los políticos) a los votantes, con lo cual se observa que la voluntad general es creada artificialmente.

La conducta del votante tiene las mismas características que la del consumidor, quien elige en el mercado irracionalmente desde el momento en que su opinión, sus gustos y necesidades son creados y manipulados.

Teoría económica de la Democracia

Se diferencia de la Shumpeteriana por la racionalidad constante del votante-consumidor. Considera que los actores son en todo momento seres racionales que se movilizan y actúan a partir de un cálculo costo-beneficio en tanto maximizadores de su interés.

Teoría pluralista de la Democracia

Robert Dahl considera que dado que es imposible el control igualitario de los gobernantes por parte de los gobernados, no podemos hablar de democracia, sino de poliarquía.

Hay instancias de control de los no líderes sobre los líderes. Los individuos se agrupan libremente según sus intereses. En los grupos de interés los no líderes controlan a los líderes. Estos grupos de interés son los protagonistas de la política.

En la poliarquía los líderes no pueden desentenderse de los no líderes hasta las siguientes elecciones, pues del poder de fiscalización de los grupos para evaluar si sus representantes satisficieron sus intereses depende la renovación de su mandato y su supervivencia como líderes.

Los líderes representan a los grupos, no al pueblo y puesto que estos grupos son grupos de interés, deben negociar para mantener la gobernabilidad del sistema. La negociación sirve para acordar políticas y para que los líderes se controlen entre sí.

Uno de los autores contemporáneos que más claramente ha conceptualizado los problemas que enfrenta la Democracia moderna, es Norberto Bobbio. Para él los principales obstáculos de la democracia, son tres: La tecnocracia, la burocracia y el escaso rendimiento del sistema político. La primera porque al estar el conocimiento concentrado en pocas personas, la mayoría no puede tomar decisiones autónomas sin consultar a "los que saben", que son pocos. La segunda, porque como los gobernantes no pueden ejercer el poder directamente, sino que necesitan un conjunto de medios para llegar a la población, esa burocracia intermediaria tiene sus propias pautas e intereses, que muchas veces son contrarios a la voluntad del conjunto. Por bajo rendimiento se entiende la incapacidad del sistema político para satisfacer todas las demandas de toda la sociedad, esto genera insatisfacción y disconformidad con el sistema democrático.

Formas Semidirectas de Democracia.

A mitad de camino de la democracia directa y de la indirecta, las formas semidirectas son medios que se emplean en los regímenes representativos, para poner el poder de decisión, sobre asuntos puntuales, en manos directamente del pueblo.

Es un intento de reducir la distancia entre gobernantes y gobernados que adolecen los regímenes republicanos actuales.

Las formas más conocidas son el referéndum, el plebiscito y la consulta popular, por los que se somete a consideración del electorado el pronunciamiento sobre una cuestión política puntual. También corresponde mencionar la "iniciativa legislativa" o "iniciativa popular" consistente en que una parte del electorado pueda presentar un proyecto de ley, y el congreso quede obligado a tratarlo. La revocatoria de mandatos consiste en la facultad de una parte del electorado (un porcentaje determinado) de remover un funcionario electo. Existen otras diversas formas de participación semejante, estas consisten en dar poder de decisión, o intervención directa al electorado.

Democracia formal vs Democracia participativa.



En la década del 80 con el avance del neoliberalismo, comienzan a aplicarse en todo el mundo planes de ajuste tendientes a desmantelar el estado de bienestar. Tal desmantelamiento deja al descubierto los mismos problemas existentes antes de la década del 30: el mercado libre produce injusticia y protesta social. 


Pero el neoliberalismo no vuelve atrás con la concesión del sufragio universal. El capitalismo no tiene ya sistemas sociales competitivos, de modo que la protesta social generada por el ajuste ya no pone en riesgo el sistema.

No obstante, la disconformidad popular genera problemas de "gobernabilidad", término éste que designa situaciones en las que la política de élite no es aceptada pasivamente por los gobernados. La fórmula de apaciguamiento utilizada por la élite neoliberal, no será ya la apertura a lo social, sino la lisa y llama restricción: El funcionamiento del sistema político republicano, formalmente democrático, se limita al mínimo de su expresión. Los canales de comunicación de la sociedad al gobierno se cierran. El estado manipula o compra el silencio de los Sindicatos y las ONGs. Se cierran los canales de consulta. Y los pronunciamientos populares se limitan a las elecciones, cuyas campañas son objeto de fuerte influencia por parte de los especialistas en opinión pública y por los medios de comunicación. Todo ello en el contexto de una sociedad capitalista en proceso de globalización.

La forma de democracia funcional a las políticas de ajuste es la democracia formal, restringida o delegativa, caracterizadas por la pasividad de la sociedad civil y del pueblo.

Como contestación a esta forma política, desde la caída del modelo comunista, tienden a crecer las propuestas participativas de democracia social ; ya que no existen alternativas al modelo social propuesto por el capitalismo ; ya que no existe en la sociedad la inquietud por la transformación revolucionaria de la sociedad; lo que proponen los movimientos sociales de contestación es la profundización de la democracia mediante la participación popular, en pos de la obtención de un nuevo tipo de políticas sociales, limitativas del mercado, favorables al pueblo y gestionadas por los propios actores colectivos.

La propuesta de una democracia participativa es un método para profundizar la democracia política, pero también para profundizar la democratización de la economía, y para gestionar democráticamente los márgenes de socialización alcanzados. Sus principales sujetos portadores son las ONGs. Sus principales voceros los líderes sociales. Sus principales socios son los líderes políticos honestos. Y su programa es el de una reforma progresiva y consensuada de la sociedad actual, con un sentido democrático y solidario.

El teórico más representativo de la democracia participativa es Macpherson que postula un "sistema piramidal, con la democracia directa en la base y al democracia delegada en todos los niveles por encima de ella. Así, se empezaría con una democracia directa al nivel del barrio o de la fábrica, con debates totalmente directos, decisión por consenso o mayoría y elección de delegados que formarían un consejo al nivel más amplio inmediato... Los delegados tendrían que contar con suficientes instrucciones de sus electores y ser responsables ante ellos... Y así sucesivamente".

A mediados del siglo pasado, la democracia representativa consagrada por el constitucionalismo clásico entra en una profunda crisis.

La concepción teórica del poder que emana del pueblo pero que es ejercido exclusivamente por sus representantes (tal como sostienen algunos sectores apoyados en una interpretación textual del artículo 22 de nuestra Constitución Nacional) aparece como insuficiente para contener las demandas populares y alcanzar una sociedad con más libertad, igualdad y justicia social.

El conflicto es antiguo, y se remonta a la contraposición entre la concepción Rousseauniana y la defensa de la propiedad privada de Locke.

El proceso histórico ha demostrado que democracia y liberalismo no son términos sinónimos como en un principio se pretendió. Por el contrario, a lo largo de la década pasada, en el esplendor de las políticas neoliberales, hemos podido comprobar cómo se utilizó la fachada del ‘‘régimen democrático’’ para implementar políticas autoritarias absolutamente contrarias a los intereses populares y que condenaron a la exclusión y la marginalidad a la gran mayoría de la población.

En nuestro país, a partir de la sanción de la constitución de 1853, todo intento de intervención popular en la toma de decisiones fue abortado, fundándose en una vieja interpretación del artículo 22 de la misma, según la cual estaría vedada toda forma de ejercicio de democracia semidirecta. Esta norma fue esgrimida en cada oportunidad en que fuera necesario limitar la participación popular en la toma de decisiones.

En definitiva, para la concepción neoliberal la participación popular es tolerable sólo cuando se limita a la selección más o menos periódica de quienes habrán de ocupar los cargos de gobierno (y recordemos que en la mayoría de los países latinoamericanos, también estos procesos se vieron interrumpidos por largos períodos), pero debe abstenerse de intervenir en el proceso de la toma de decisiones. De esta forma se favorece el manejo discrecional de la cosa pública por parte de las oligarquías gobernantes.

Otro recurso, frecuentemente utilizado para limitar la participación popular es el consabido argumento de que la complejidad de las cuestiones a resolver requieren la intervención de profesionales y técnicos, quienes, ya no actuarían como asesores en aquellas materias complejas, sino que, directamente, son los encargados de tomar las decisiones apoyados en sus conocimientos científicos. La contradicción entre estas especulaciones y el ideal democrático ha sido claramente expuesta por Norberto Bobbio: ‘‘La tecnocracia y la democracia son antitéticas: si el protagonista de la sociedad industrial es el experto, entonces quien lleva el papel principal en dicha sociedad no puede ser el ciudadano común y corriente. La democracia se basa en la hipótesis de que todos pueden tomar decisiones sobre todo; por el contrario, la tecnocracia pretende que los que tomen las decisiones sean los pocos que entienden de tales asuntos. ’

Los resultados de estas concepciones han sido catastróficos para las sociedades, que, al verse apartadas del proceso de toma de las decisiones que hacen a la defensa de sus intereses y al manejo de lo público, se vieron arrojadas a la pobreza y la marginalidad.

Así por ejemplo, en nuestro país, se decidió, de espaldas a la sociedad, la privatización de empresas públicas, la transferencia de establecimientos educativos de la Nación a las Provincias sin que se transfirieran conjuntamente las correspondientes partidas presupuestarias, el desmantelamiento del sistema de salud, la utilización del espacio público en beneficio de unos pocos, la reducción del aparato del estado a su mínima expresión, y sobre todo, el endeudamiento del Estado Nacional a límites inimaginables. Las consecuencias para la sociedad de estas decisiones han sido devastadoras, y se traducen en la miseria en que vive la mayoría de la población, en los altísimos niveles de desocupación, la desnutrición y mortalidad infantil que se han elevado a grados antes desconocidos, la deserción escolar que condena a los jóvenes a un destino peor que el de sus padres y los altos índices de inseguridad que en los últimos tiempos han sido tratados por algunos sectores interesados como un fenómeno aislado y que nada tiene que ver con las políticas implementadas durante la última dictadura y profundizadas en la década del 90.

Las instituciones puestas en marcha bajo la democracia representativa, han sido poco eficaces, en muchas experiencias latinoamericanas, en la función de mantenimiento de un sistema de creencias de aceptabilidad de la clase política y de las políticas emanadas de un sistema de gobierno. La falta de articulación de ambos sistemas se ha constituido como un factor importante del contenido de la crisis. En este contexto, el rol de los partidos políticos, como instituciones que se ven inmersas en el proceso de burocratización del Estado, se fueron transformando en fuertes aparatos burocráticos y en instrumentos de políticas clientelistas, de cooptación y de poca participación.

Parámetros como la participación activa, la acción directa y la auto-organización, son los espacios que dan la oportunidad de redefinir las instituciones estatales y sociales.

Democracias de baja intensidad en el “Capitalismo con Valores Asiáticos”

Por democracia de baja intensidad entendemos a un sistema político en donde, formalmente se respetan los procedimientos de la democracia representativa, pero el poder ha sido sustraído del parlamento o congreso nacional (institución en donde se sientan los representantes directos del pueblo) y se ha dirigido a secretarias y ministerios no alcanzados por el sufragio o hacia los jueces y jerarquías menores de la pirámide estatal. Es decir, el poder se ha corrido hacia la burocracia y el parlamento se ha quedado como algo simbólico. Los partidos se han adaptado a esta forma de poder y funcionan prácticamente como compañías electorales, vacías de contenido, sin militancia orgánica y sin apelar a un electorado movilizado.

Slavoj Zizek dice que este tipo de democracias son producto del “Capitalismo con Valores Asiáticos”, al que define como una forma de relación entre la sociedad civil (pueblo) y su Estado, en donde la hegemonía se desenvuelve de manera más autoritaria que en occidente. Si bien lo que prima es el consenso, este se fuerza por la amenaza de represión y persecución digital. Que el sujeto internaliza a través de las redes de poder biopolíticas y psicopoliticas, estas últimas dadas por el sistema de control digital que se ejerce a través de las apps y del Big Data

Doble poder & democracias de base

Llamamos doble poder a procesos históricos en los cuales el poder formal/legal, se vio amenazado por un poder alternativo, todo dentro de una misma sociedad o conjunto de sociedades.

Por ejemplo, durante la Guerra Civil Española (1936 a 1939), luego de fallar en algunas regiones como Asturias, Cataluña & Madrid el golpe militar, se inició un proceso de doble democratización. Por un lado los partidos que se reivindicaban republicanos o socialdemócratas, como el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), instauraron la Segunda República, con un régimen democrático-representativo y una constitución muy progresista para la época, en donde estaba contemplada por ejemplo la separación entre la Iglesia y el Estado. Pero manteniendo siempre el poder en los representantes (no en el pueblo) y teniendo control desde el Estado de las fuerzas represivas.

Por otro lado grupos radicales como el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y la CNT-FAI (Central Nacional de Trabajadores – Federación Anarquista Ibérica), pujaron para la disolución del Estado y con él, del sistema capitalista, para crear organismos de deliberación de base y autogobierno. El poder real se concentró en el órgano central de milicias y se crearon instituciones asamblearias en ciudades, pueblos y barrios. Fusionándose los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) en uno solo, a manos del pueblo y sus representantes directos. El brazo armado del estado, pasó a ser ahora el propio pueblo en armas y la propiedad privada de campos e industrias, paso a manos de sus trabajadores.

Ambos sistemas, el republicano y el socialista libertario, convivieron durante un tiempo hasta que Francisco Franco instauro el fascismo.

Otro ejemplo de democracia de base, fue el sistema instaurado luego de la Revolución Rusa en 1917. Este duró por cuatro años, hasta la llegada de Stalin al poder y la restauración de un republicanismo burocrático-autoritario. Esta forma de autogobierno se basó en soviets (consejos) en donde la población se reunía, legislaba y promulgaba leyes y a su vez, votaba representantes para el Congreso Nacional de Soviets de toda las Rusias. La constitución nacional, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, fue votada por este organismo y también fue muy progresista para la época; reconociendo el aborto legal, creando lavanderías y guarderías públicas para quitar el trabajo hogareño que recae en las mujeres, promulgando la reforma agraria más importante hasta el día de hoy, nacionalizando industrias y servicios, etc.

Ejemplos históricos hay muchos, otro podría ser el Zapatismo o la actual Rojava, pero no los agotaremos aquí y queda librado al interés de quien quiera buscarlos o consultarnos a nosotros. Lo central es que podamos entender que cuando hay doble poder, se pone en cuestionamiento la jerarquía piramidal del Estado y cuando hay un poder único de base, se crea una democracia horizontal.



martes, 7 de abril de 2020

Clase 4 - Medios de Comunicación


 

Medios de Comunicación 

El avance tecnológico y de los medios de comunicación masiva dio lugar a la sustitución de los procesos tradicionales de socialización.

El control que ejercen los medios sobre la sociedad tiene un doble carácter paradójico. Por un lado es positivo por la difusión de formas culturales antes restringidas, y por otro lado es negativa, dado la posibilidad de fomentar un tipo de integración social con la opinión pública controlada, dirigida y manipulada. 

La crítica ideológica sobre este último aspecto sostiene que los originales contenidos emancipatorios de la cultura se han apocado a través de manifestaciones que estandarizan sus representaciones simbólicas y desactivan el potencial subversivo de la cultura.


Remera del Che Guevara, revolucionario argentino, hoy comercializada en todo el mundo.

La fuerza contra-ideológica se ha esfumado tras la homologación de una cultura de masas. A esto contribuyen los medios: Masifican pautas ideológicas e integran a todos los sujetos a una misma cultura legitimada por los medios de control. Los medios de comunicación operan sobre la intención de la crítica por medio del convencimiento a través del prestigio.

Para alcanzar prestigio se recurre al espacio legitimado dador de verdad que se construye a través de motivaciones como el dinero, el poder, la notoriedad. Ej: La mayoría de las personas no dudan de que lo dicho por un periodista con prestigio es cierto, si lo dice él debe ser verdad. Este prestigio también fue una construcción para lograr el objetivo. La influencia se obtiene por medio de una confianza racionalmente motivada, la posesión del saber.

Con estos recursos de autoridad los medios influyen sobre la opinión pública para que se acepten las pretensiones de verdad que ellos postulan. El caudal informativo está sometido a las leyes de mercado y nunca pondrá en discusión su legitimidad, o sea la legitimidad social del mercado.

Opinión Pública

Es una forma de control en la que los individuos, percibiendo casi instintivamente las opiniones de quienes les rodean, adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no.
  • El miedo al aislamiento.
  • El miedo a la mala fama. Esto hace que la persona preste atención a su entorno “ojo público"
  • El miedo a la impopularidad.
  • La necesidad de consenso.
Elementos relacionados con la Opinión Pública:
  • La capacidad humana de percibir el crecimiento o debilitamiento de la O. P.
  • Las reacciones ante esta percepción que impulsan a hablar o callarse.
  • El temor al aislamiento.
La opinión pública operativamente es el conjunto de opiniones sobre temas controvertidos
que pueden expresarse en público sin aislarse.

Las opiniones y comportamientos de la Opinión Pública son los que pueden expresarse o adoptarse si
uno no quiere quedar aislado. El orden vigente es mantenido, en parte, por el miedo al aislamiento.
Teorías que sirven para explicar analíticamente la relación entre la Sociedad y los medios:

La Espiral del Silencio

Esta teoría se basa en que la sociedad amenaza con el aislamiento y la exclusión a los individuos que se desvían del consenso. Este miedo al aislamiento hace que la gente intente comprobar constantemente que opiniones y modos de comportamiento están ganando o perdiendo fuerza.

Si la gente cree que su opinión forma parte del consenso, se expresa con confianza, cuando la gente se siente en minoría hace silencio. En cuanto las personas dejan de estar solas, se transforman debido a la conciencia de que los otros se están formando una opinión de ellas. Así, hay una especie de control personal interno que filtra el comportamiento, antes del control social.

Ignorancia Pluralista

Sobrevaloración de las opiniones apoyadas por los medios. Basándonos en el concepto de un proceso interactivo que genera una espiral de silencio, definimos a la opinión pública como aquella que puede ser expresada en público sin riesgo de sanciones y en la cual puede fundarse la acción llevada adelante en público. Opinión Pública es la opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y al político con la pérdida del apoyo popular.

Los medios difunden determinadas opiniones haciéndolas accesibles a todos y permitiendo que se vuelvan mayoritarias. Los medios cumplen un papel fundamental ya que influyen en la determinación de cuál es la opinión predominante.

La Agenda Setting 

Los medios nos presentan una serie de acontecimientos de mayor o menor gravedad sobre los que los individuos deben formarse una idea personal. Los medios nos ponen las bases o el orden del día sobre lo cual debemos formar opiniones “propias”. 

Manipulación 

La propaganda y la publicidad buscan persuadir. La publicidad busca convencer con fines comerciales: se trata de ganar clientes y aumentar las ganancias. La propaganda es una difusión ideológica que trata de crear, reforzar o modificar las opiniones y creencias de las personas. 

En esta época los recursos de la publicidad comercial se han extendido a la propaganda política: los candidatos a desempeñar cargos públicos tienen asesores de imagen que planifican todos los detalles de sus presentaciones públicas, con criterios parecidos a los que utilizan para el lanzamiento al mercado de cualquier producto, utilizando recursos de manipulación. 

Manipular es actuar activa e intencionalmente para cambiar la conducta de otros individuos. En toda actividad de manipulación intervienen dos partes: el manipulador, que actúa consciente y deliberadamente sobre otro, y el manipulado que cree disponer libremente de sus acciones e ignora que las mismas están condicionadas por la acción del manipulador. Los manipuladores son sujetos colectivos que utilizan los medios masivos de comunicación y los manipulados son sujetos colectivos receptores multitudinarios de esos mensajes.

Formas de manipulación: 
  • Distorsión o supresión de información. 
  • Control de los mecanismos psicológicos inconscientes: En este caso se actúa sobre la estructura de las motivaciones que empujan a seres humanos a tener determinadas conductas. 
  • La manipulación de la información: 
  • Difundiendo mentiras, es decir distorsionando intencionalmente los hechos. 
  • Suprimiendo aspectos de los acontecimientos sobre los que se informa. 
  • Informando en exceso, con lo que se provoca la saturación y falta de interés sobre los hechos informados. 
  • Usando diversos recursos propagandísticos, si hacerlo explícito y proclamando objetividad. 
  • La manipulación psicológica: publicidad subliminal que apela a las emociones profundas de los individuos: el miedo al aislamiento, la angustia, la agresividad, la sexualidad, para orientar las preferencias de los consumidores. 
  • Con estos procedimientos se condicionan las opiniones y orientan las conductas de millones de individuos, sin que estos lo adviertan. 
  • Cuando existe un control monopólico de los medios la vulnerabilidad de las personas aumenta enormemente: los receptores escuchan “una sola campana”, carecen de toda posibilidad de comparación; como se ha dicho “una mentira repetida constantemente termina convirtiéndose en
  • verdad”. En este sentido, el pluralismo informativo, que necesariamente incluye diversas visiones de la misma realidad, permite que se escuchen “varias campanas” y eventualmente se llegue a conclusiones propias.

Clase 2 & 3 - Estado

 

Como habrán visto en otras materias, el Estado es un ente que surge de forma primitiva cuando la comunidad desarrolla las siguientes características, según la lista de Childe:

1. La aparición de las primeras ciudades, diferenciables de los poblados previos por extensión y densidad.
2. La división del trabajo, con la aparición de especialistas a tiempo completo.
3. La concentración del excedente de producción como tributo impuesto a los productores.
4. La construcción de edificaciones públicas monumentales.
5. La división de la sociedad en clases, con una «clase gobernante» receptora de la mayor parte del excedente.
6. La aparición de la escritura como sistema de registro.
7. La elaboración de ciencias exactas y predictivas, tales como la aritmética, la geometría o la astronomía.
8. La elaboración o expansión de nuevos o más homogéneos estilos artísticos.
9. La importación por vía comercial de materias primas no accesibles localmente.
10. Una organización estatal que se basa más en la residencia que en el parentesco

Es decir que, dadas todas las características antes mencionadas en una sociedad determinada, necesarias como para dar el salto hacia la revolución urbana, tenemos una situación de caos producto de que las nuevas condiciones demográficas y de diferenciación social no son aptas para ser organizadas en función de unidades familiares o de parentesco. Es entonces que la clase o estrato que acumula el excedente (acumulación originaria) se posiciona por encima de las demás, creando un ente jurídico, burocrático, administrativo y con capacidad de represión, para mantener sus posesiones y ampliarlas sin el riesgo de caer en la barbarie, tal y como le ocurrió al Imperio Romano en el año 476 d.c, retrocediendo hacia fases precedentes del desarrollo humano.

Teorías del Estado

1. Contractualistas:

Tomas Hobbes: En el Leviatán (1651) refleja su pesimismo respecto de la naturaleza humana, así como su optimismo constructivista como factor de superación. Hobbes tratará de ordenar a una humanidad en conflicto permanente, a través de una fuerte organización que haga posible la convivencia entre los hombres. Es que para Hobbes existía un estado de naturaleza o de guerra, en el cual el ser humano es preso de sus instintos violentos. El hombre es el lobo del hombre.

El estado de naturaleza se define por:
  • Ausencia de Ley: Humanos en la absoluta libertad, en donde rige el derecho natural; el de proteger su existencia, con el consecuente riesgo de muerte.
  • Ausencia de Justicia: Sin ley que determine al individuo no hay injusticia, porque
  • cada uno se basa en su derecho natural y organiza su propia seguridad. No existe
  • ente, ni organización capaz de administrar la justicia.
  • Ausencia de Propiedad: sólo pertenece a cada uno lo que pueda tomar y eso, en tanto, pueda conservarlo.

Hobbes pretende el desarrollo de un Estado que simbolice el contrato social entre la sociedad civil, que posibilite la superación de la inseguridad, el miedo y la oscuridad. Concibe la posibilidad de construir un ente (Leviatán) que asegure la superación de las flaquezas humanas y con ello el estado de anarquía, violencia y desesperación.

El Estado en Hobbes es concebido como república, no en el sentido moderno de la palabra en donde significa ausencia de monarquía, sino como un poder civil organizado de forma común cuya función es "regentar" las cosas públicas. Este es la suma de las voluntades individuales libres que deciden actuar para adquirir ventajas comunes. Sin embargo, al ser un poder absoluto, deja como márgenes para la libertad individual todo aquello en donde la ley no se pronuncie (que es muy poco).

El Estado en Hobbes es Absoluto, los súbditos no inciden en cuestiones políticas y el poder del soberano no pude ser enajenado. Cada súbdito es autor de las decisiones del soberano por esto no puede ser acusado de injuria o injusticia. Se define por el absolutismo como régimen, al ver que en las repúblicas democráticas lo público y lo privado se hayan disociados, pudiendo caer el gobierno en la corrupción o en formas degeneradas del poder. En la monarquía el interés público y privado es lo mismo, dado que están concentrados en el monarca.

En los siglos XVII y XVIII Europa instauró el absolutismo que encarnaba la figura del Estado en el Rey. “El Estado soy yo” Luis XIV. El monarca gobernaba por derecho divino. El poder soberano abarcaba la privacidad de los ciudadanos. Un Rey, una Fe, una Ley. Esta situación dio lugar a abusos y a la desidentificación de la sociedad civil con la monarquía y su Estado.

John Locke: en cambio considera que estado de naturaleza, no es equiparable a estado de guerra. “Hombres que viven juntos con arreglo a la razón, sin un superior común sobre la tierra con autoridad para juzgar entre ellos: en esto consiste, propiamente, el estado de naturaleza. En cambio, la fuerza, o la intención declarada de emplear la fuerza contra la persona del otro, allí donde no hay un superior común sobre la tierra al que apelar en buena reparación, configura el estado de guerra.” (J.Locke, 1689). Es decir que el primero puede devenir en el segundo, dado que en este estado es en donde no existe una justicia imparcial.

Locke rescata del estado de naturaleza el derecho a la libertad, como derecho natural y señala que el Estado absoluto, en tanto concentra todo el poder en un soberano, puede atentar contra los individuos deviniendo en despotismo. Propone entonces la transferencia de los derechos naturales de los hombres y mujeres al Estado (ya sea que este encarnado por un individuo o una asamblea), que se conforma mediante un pacto que da lugar a un gobierno civil legítimo.

Locke es padre del liberalismo, dado que según él, el Estado puede ejercer coacción en aquellas cuestiones que afectan a la vida pública, pero debe dejar libertad de acción a los ciudadanos en la esfera privada. Quedando por primera vez disociadas las esferas publica y privada.

Locke plantea el liberalismo político en el que lo privado funciona como defensa y protección del ciudadano ante el poder absoluto del Estado. La distribución de poder debía darse en diversos órganos y el límite al poder se imponía a través del Estado de Derecho. 

Como síntesis ambos autores proponen libres voluntades asociadas que dan origen a un Estado y este, es el que da el origen a la sociedad civil.

2. Marx y el marxismo en los siglos XIX & XX:

Marx & Engels: Para Marx, el Estado “(…) no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” (1848, Marx & Engels). Este rompe con la idea de que el Estado es fruto del mutuo acuerdo entre las distintas partes de la sociedad civil afirmando que, es monopolio de un sector social, de una única clase o bloque de clases, llamadas dominantes. Sin importar el régimen que este detente (democracia parlamentaria, presidencialista, dictadura, etc). Y agrega que desde la Revolución Francesa (1789) el Estado moderno es monopolio de la burguesía o clase capitalista, que lo ha puesto en función de organizar la sociedad con arreglo a sus intereses sociales. Por eso la lo llama dictadura burguesa.

Para el Estado capitalista lo esencial es salvaguardar la propiedad privada, por eso en todas las constituciones es un derecho consagrado. “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados (…)” (1994, Constitución Nacional).

Para Marx y Engels la sociedad se divide en dos grandes polos, los burgueses dueños de la propiedad de los medios de producción y de servicios y los proletarios, trabajadores libres (en el sentido de que no son esclavos, ni están sujetos a vasallaje) que al no tener propiedad, ponen su fuerza de trabajo al servicio de un patrón a cambio de un salario. Es decir, que la sociedad humana se rige por una contradicción principal entre poseedores y desposeídos, desde el principio de los tiempos (dado que antaño han sido siervos y señores feudales y antes y de eso esclavos y landers), que denomina lucha de clases.

Para Marx la libertad a la que el asalariado debe aspirar consiste en “(…) convertir el Estado de órgano que está por encima de la sociedad, en un órgano subordinado a ella” (Marx, 1891). Al ser el Estado la representación de una sociedad fragmentada en clases y el órgano esencial de la dominación de una sobre otra, el socialismo es la subversión de la relación de fuerzas sociales, es decir, la clase trabajadora destruyendo al aparato capitalista de dominación, elevándose en clase dominante y creando su propio aparato de dominación, la dictadura del proletariado o la democracia obrera. Un Estado al que llama comuna, que tiene su inspiración en la Comuna de Paris (1871), que de la traducción en alemán, quiere decir Estado que se desvanece. En el sentido, de que todos los aparatos ideológicos del Estado que se utilizaban para dominar a la mayoría, quedan reducidos a su mínima expresión al tener que dominar ahora a una minoría residual capitalista. Incluido el brazo armado del Estado (ejército, policía, etc), que dejarían de ser un cuerpo especializado abstraído de la sociedad, servil al Estado burgués, para ser el propio pueblo en armas. Y al desvanecerse las diferencias sociales conforme al tiempo, el Estado mismo perdería todo propósito, arribando a lo que denominó comunismo.

Poulantzas y el Estado como condensación de la relación de fuerzas:

El autor parte del supuesto de que todo Estado, es un Estado de clase. Pero opina que “Una teoría del Estado capitalista no puede constituir su objeto refiriéndose solamente a las relaciones de producción (…)” (Poulantzas, 1979). De trazar dicho camino, no habría explicación por la cual el capitalismo ha desarrollado repúblicas democráticas, como régimen predilecto en todo el globo. Podría haberse quedado con dictaduras, bonapartismos y demás regímenes de excepción.

Para Poulantzas las “relaciones de producción y las relaciones que las componen (propiedad económica/posesión) se traducen en forma de poderes de clase: estos poderes están orgánicamente articulados a las relaciones políticas e ideológicas que las consagran y legitiman” (Poulantzas, 1979). Es decir, que el poder es una relación.

En el capitalismo la clase dominante es burguesa. Pero no considera que esta sea un ente monolítico perfectamente organizado. La burguesía está integrada en nuestro tiempo por capitales monopólicos transnacionales, nacionales, pequeña y mediana burguesía financiera, industrial o agraria. Esta gobierna en bloque, dentro del cual se desatan luchas políticas por la dirección de una fracción sobre el resto (hegemonía).

El mejor ejemplo reciente es Trump. Mientras sus predecesores gobernaban para las firmas trasnacionales que evacuaban su producción a países donde se paga menos la mano de obra, este gobierna para los industriales nacionales afectados por años de neoliberalismo. Enfrentando boicots de empresas como Nike, que pedían reglas del juego más liberales;

¿Cómo hace entonces la clase capitalista para sobrevivir a estos cortocircuitos que le son naturales por sus intereses distintos? Para Poulantzas el “(…) Estado constituye, por tanto, la unidad política de las clases dominantes (…)”, repartiéndose las ramas del mismo (instituciones, secretarias, intendencias, etc.) entre las distintas fracciones de la clase y puede “(…) cumplir este papel de organización y de unificación de la burguesía y del bloque en el poder en la medida en que posee una autonomía relativa respecto a tal o cual fracción componente de ese bloque, respecto a tales o cuales intereses particulares” (Poulantzas, 1979).

Puede cumplir este papel porque la autonomía del Estado capitalista “(…) remite a la materialidad de este Estado en su separación relativa de las relaciones de producción, y a la especifidad de las clases y de la lucha de clases bajo el capitalismo que esa separación implica.” (Poulantzas, 1979). Y tiene tres “seguros” que evitan que el mismo sea engullido por las luchas sociales:
  • La ley: Toma de Weber la definición de que la dominación es la capacidad de ciertos individuos y grupos de suscitar la obediencia más o menos voluntaria de otras partes de la sociedad. La dominación racional-legal es la más útil que tiene el sistema para legitimarse, dado que las leyes que se votan en el parlamento, nacen con legitimidad al estar elegido por el sufragio universal (por más que no estemos de acuerdo con las mismas y las formas de revocar representantes sean escasas).
  • Las instituciones: El parlamento es en donde se concentra la voluntad popular en las democracias indirectas o pasivas. Tiene la contradicción de ser la institución que por un lado sirve a las clases dominantes como ficción democrática (Weber decía que eran espacios de charlatanería) si el poder se ha trasladado a otros ministerios o funciones estatales, o como espacio de presión contra el Estado y el bloque en el poder, si es respaldado por poder popular.
  • La burocracia: El capitalismo tardío (1970 hasta hoy) se diferencia del capitalismo competitivo de la época de Marx, por la extensión inaudita de la burocracia estatal. Este nuevo actor refleja los intereses del bloque del poder sin pertenecer a ninguna fracción del mismo, lo que dota de unidad racional al Estado y le permite cumplir las funciones de gobierno sin quebrar la maquinaria pública, aún en tiempos de crisis.

Por último el funcionamiento del Estado depende en gran medida de su relación con las clases dominadas. Los distintos aparatos de Estado reproducen la hegemonía y establecen las reglas del juego, a partir de compromisos provisionales entre las fracciones en el poder y las clases sub-alternas (asalariados, clases medias, profesionales, campesinos y pueblos originarios). Puede hacerlo precisamente porque divide al bloque nacional y popular en compartimientos estancos, sin relación entre sí, rompiendo el potencial transformador/revolucionario del mismo. Este es el proceso de individualización que ejerce el liberalismo político. Un ejemplo de esto es que al negociar con los sindicatos, el Estado lo hace de forma individual, no negocia con todos a la vez, desvalorizando el poder de compra de los honorarios de algunos sectores de la clase trabajadora, mientras eleva el de otros. Lo mismo ocurre con los desocupados, originarios y trabajadores de la economía popular. 

Para Poulantzas, a diferencia del marxismo clásico o del leninismo, las clases sub-alternas no se encuentran en situación de exterioridad respecto del Estado. Son parte del él, aunque sus intereses se hallen deformados. Cuando estos sectores dominados entran en actividad política, si sus demandas tienen la suficiente fuerza pueden ser cumplidas por el Estado. Pero al pasar por las distintas instituciones del mismo, este le quita todo contenido desestabilizador y revulsivo.

Estas clases pueden incluso tomar parte de algunos aparatos del Estado o llegar a formar gobiernos, como en 1970 en Chile con Allende o Evo Morales en 2006 en Bolivia. La versión de socialismo de Poulantzas se basa en la combinación de las formas democráticas representativas de los Estados modernos y la creación de instancias de democracia directa y organización popular, para desmantelar gradualmente las instituciones antidemocráticas del Estado y con ellas, el poder del bloque dominante.

Burocracia en el Capitalismo

Para Max Weber, la burocracia, es una forma de organización humana basada en las normas
impersonales y la racionalidad, que garantiza la máxima eficiencia posible en el logro de sus
objetivos.

Históricamente "el termino burocracia parece haber sido utilizado para referirse a un fenómeno que venia adquiriendo creciente importancia en la sociedad francesa del siglo XVIII: el surgimiento de un nuevo grupo de funcionarios para los cuales la tarea de gobernar se había convertido en un fin en si mismo" (Oszlak, 1984).

Weber opina que al desarrollarse el capitalismo y acrecentarse la complejidad de la sociedad, se hace imperante la necesidad de la administración racional. Y la burocracia demuestra su superioridad técnica en este ámbito.

El problema de este actor social, a decir de Weber, es que; "Al crecer la burocracia, el poder de los burócratas tiende a aumentar tanto con respecto a las organizaciones no burocráticas como a los elementos no burocráticos de la burocracia" (Oszlak, 1984).

Este poder reside en: la eficacia practica, el carácacter indispensable de su trabajo, el conocimiento técnico monopolizado y los secretos administrativos. Y el peligro que Weber observa, es la posibilidad de que las burocracias tomen control de las posiciones políticas que deben dirigirlas. Esto facilitaría el control que los grandes capitalistas hacen tras bastidores.

La solución tentativa que propone Weber, es la creación de un parlamento fuerte, elitista, que cree las condiciones adecuadas para que crezcan y asciendan en el, las cualidades autenticamente políticas de liderazgo. Con supervisión administrativa, desde las comisiones, de la burocracia.

Lenin, parte de un análisis similar de la burocracia, pero propone una solución radicalmente distinta, dado que a diferencia de Weber, este es un autor anti-capitalista. Para el, el control parlamentario de la burocracia carece de sentido practico, dado que la democracia parlamentaria, en tanto sea capitalista, es una democracia de la minoría. Y todas las decisiones importantes se toman tras bastidores. El burócrata depende de la burguesía y es funcional a la misma, su existencia como grupo separado de las masas, impide la participación del pueblo en decisiones de poder.

Ante esta situación Lenin ve como imposible el empleo del aparato de Estado capitalista, en favor de la clase obrera. Propone la democracia completa u obrera, seguida de la destrucción del Estado actual. La eliminación del parlamento como institución legislativa separada de la ejecutiva, sosteniendo el sistema de representación pero a través de los soviet. Democratizando el acceso a las funciones técnicas, dado que este opinaba que todo sujeto que supiera leer y escribir, podría llevarlos adelante exitosamente. Contemplando la existencia de especialistas que trabajaran bajo la dirección de los soviet.

Se puede estar de acuerdo con como opina Weber que debe controlarse la burocracia o con el enfoque leninista que busca que el pueblo de conjunto lleve adelante las funciones de la misma. Lo que resulta innegable es que hoy, este grupo es esencial. Imaginemos que creamos un país (capitalista o socialista). La gente va a necesitar un documento y vamos a necesitar de una aduana que lleve adelante funciones contables, de cuanto y que ingresa al país. Estas funciones, necesariamente debe cumplirlas la burocracia. Como un grupo que esta entre la sociedad civil y la política, funcionando de conductor entre una y otra.

Bibliografía

J. Locke (1689). Ensayo sobre el gobierno civil. Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes. P.25. Disponible en; https://la-filosofia.com/el-estado-de-naturaleza-hobbes-vs-locke/

C. Marx & F. Engels (1848). El Manifiesto Comunista. Centro de Estudios Socialistas. México.
P.33.

Constitución Nacional de la República Argentina (1994). Argentina. P.2.

C. Marx (1891). Crítica del Programa de Gotha. Biblioteca Proletaria, impreso en 1971. P.36.

Poulantzas, N (1979). Estado, poder & Socialismo. Siglo XXI. P.147.

O. Oszlack (1984). Notas criticas para una Teoria de la Burocracia Estatal. Paidos. P.3.